Sede de la Ordo Dracul

Al salir ves que un auto grande y negro está esperando a la salida del edificio. El hombre que te acompaña abre la puerta trasera y te hace un gesto para que entres.

- Gracias-

*Entro al auto.*

El sujeto cierra la puerta, se sube en el asiento de conductor y traba todas las puertas, luego arranca.

(es válido alcarar "no pienso hacer más acciones hasta que lleguemos o pase algo importante")

*Miro al hombre y miro por la ventanilla a la ciudad, pienso en llegar pronto*

El auto se detiene frente a un imponente edificio de estilo moderno, pero con una estructura que te recuerda a un castillo. El hombre baja del auto te abre la puerta y te indica que lo acompañes

*Bajo del auto y lo sigo, miro el edificio, vuelvo a caminar junto a mi acompañante*

Mientras caminas hacia la puerta del edificio, esta se abre y aparece otro vampiro, menos imponente físicamente pero igual (o más) poderoso (lo puedes sentir). Su atuendo tiene algo de la época victoriana, pero es sólo una sensación. Te saluda amablemente pero de manera fría, y te invita a pasar. El "hall" de entrada es enorme, con mármol blanco por todas partes. En el centro hay dos escalera caracol de grandes proporciones. una de las cuales desciende y la otra asciende. Bajan por la primer escalera incontables escalones... cuando ya te empiezas a impacientar llegan a un salón grande y vacío, también de mármol blanco, , exceptuando un gran símbolo de la Orden, en mármol negro, incrustado en el piso. Sobre el símbolo está parado un vampiro, de traje. No puedes dejar de notar que tiene un ojo a la altura de la nariz...

*Mire el lugar unos segundos, mire al vampiro frente a mi*

-Buenas noches Sr. Me presento, soy Aradia Etreshka, del clan Daeva, Chiquilla de Mariano.

-(levantando la ceja de su ojo normal) Buenas Noches y bienvenida. Debo entender que eres un miembro de la Orden de otra Ciudad?

Te mira un poco despectivamente. El rango de Esclavo es el más bajo (correspondiente a los que todavía no aprendieron las Espirales del Dragón) y hay una gran diferencia de trato entre un Esclavo y los del rango siguiente.

-Mi nombre es Victor Mandeb, Filósofo de la Maldición Sanguínea, Jurado de los Misterios, Miembro de la Cámara de los 5.

Traducción (si el rango es verdadero), tiene 7 puntos en Espirales del Dragón (un numero impresionante), y es un líder. No sabes a qué se refiere con lo de Cámara de los 5

-Un placer Sr Mandeb. Podria decirme como seguimos desde aqui? Quisiera saber si es posible me entreguen mis pertenencias.

*Miro a mi alrededor, y vuelvo la vista a Victor*

- No tengo ningun inconveniente. El conocimiento para mi es muy importante, y todo lo que pueda aprender aqui tambien lo es. Imagino no me trendan cautiva. La realidad es que si llegue a Arcadia es para buscar a mi Sire, Mariano. Igualmente todo lo que pueda aprender en el camino es muy bien aceptado.

*Miro nuevamente el lugar para familiarizarme*

- Una pregunta, hay posibilidad de quedarme en algun rufugio de la Orden? En caso contrario tendre que salir a buscar uno.

-Por aquí por favor.

Te guia hacia una puerta lateral. Al entrar a la habitación contigua ves un hombre mortal sentado en un sillón, con los ojos vendados y torso desnudo.

-Por favor, no se sobrepase, lo queremos vivo.

Te mira serio
-¿Jugar? Jugar no es propio de un Ordo Dracul, nosotros investigamos, indagamos en busca de la comprensión. Seguro que eres un miembro de la Orden?

*Camino hacia donde se encuentra la comida... con paso seguro y altivo. Acerco mi mano hacia su cabeza y la acaricio con cara maliciosa, me acerco a su oido*

(susurrando)- Prometo que la pasaras bien. Tienies ganas de saborear algo de la muerte?

*Miro su cuerpo, observo su reaccion. Con mis uñas acaricio su cuello, sin lastimarlo, pero presionando para que las sienta. Camino a su alrededor para que escuche el taconear de mis zapatos. Tomo su cabeza por la espalda, la inclino. Apoyo mis dientes sobre su garganta, la rozo, lamo la zona y pon ultimo hundo mis colmillos. Y siento como se desgarra la carne, y comienzo a beber, y siento su sangre a borbotones en mi boca, y luego como corre por mi cuerpo. Y el placer. Sin llegar a matarlo, tomo lo que me es necesario, trato de calmar a la bestia que ruge en mis adentro y me desprendo de ese cuello desconocido
Mi al hombre que me ha llevado hasta alli mientras limpio con mis dedos la sangre que sobresale por la comisura de mis labios*

- Gracias por la comida. Y ahora por donde seguimos?